Nuestra historia
Somos una institución sin fines de lucro que obtuvo su personalidad jurídica el año 2009, mediante decreto del Ministerio de Justicia. En la Ley de Presupuesto del año anterior, se había consignado que se crearía esta Fundación para continuar liderando la implementación del programa público de educación ambiental y ecoturismo “Sendero de Chile”, hasta entonces ejecutado directamente por la ex Comisión Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), desde el año 2001.
Los orígenes
Nacimos como un sueño el año 2000, cuando el ex presidente Ricardo Lagos pronunciaba su primer discurso del 21° de mayo ante el Congreso pleno. Pensando en la celebración del bicentenario diez años después, invitó a los chilenos a construir un sendero que atravesara longitudinalmente el país (6.500 km), para ser recorrido a pie, a caballo o en bicicleta y que permitiera el acceso ciudadano al conocimiento y disfrute del patrimonio natural y cultural de Chile.
Hasta el año 2006, se habían habilitado 38 tramos del Sendero de Chile, contabilizando 1.500 km lineales de su recorrido proyectado. Sin embargo, asomaban ciertos problemas: un 65% del trazado proyectado pasaba por predios particulares, cuyos propietarios no conocían la iniciativa ni valoraban sus beneficios potenciales; tampoco estaba claro quiénes se encargarían de la mantención de los senderos una vez habilitados; ni tampoco estaba cómo se manejarían los riesgos en relación a la seguridad de las personas, las propiedades y los bienes aledaños a los senderos. Todo esto en un contexto jurídico e institucional que considera como camino público sólo a aquellas vías que pueden ser transitadas por vehículos motorizados, excluyendo a los senderos pedestres del soporte básico para ser considerados y tratados como una obra pública o como un bien nacional de uso público.
Ante estas dificultades, la iniciativa del Sendero de Chile debió cambiar su estrategia de implementación -para avanzar en el objetivo de conectar a la ciudadanía con la naturaleza y su patrimonio natural y cultural-; sustituyendo su prioridad inicial de habilitar nuevos senderos, por la de promover el senderismo como una herramienta de ecoturismo y educación ambiental, aprovechando senderos existentes. En este contexto, nace la Fundación Sendero de Chile.